Los hackers se acaban de colar en la guerra abierta entre Apple y Adobe. Concretamente, de la forma más dolorosa para Steve Jobs: haciendo funcionar Flash en un iPad. Se ha logrado a través una aplicación llamada Frash que requiere jailbreak, aunque de momento es sólo una versión previa. En su carta de odio, Steve Jobs encontró hasta 7 razones por las que impedir que Flash llegue a ser jamás utilizado en los dispositivos Apple, incluso a costa de los usuarios. La aplicación está estandarizada en entornos multimedia tan importantes como Youtube pero los usuarios han recibido otras alternativas para lograr visualizarlo. Sin embargo, podría quedar como algo del pasado gracias a este desarrollo del hacker Comex, y qué mejor demostración que un vídeo de Youtube reproducido con SafariMobile en un iPad.
Lo ha logrado a través del runtime de Flash para Android, portado al iOS. Esa podría ser la clave del nombre de esta aplicación, Frash. Todavía es una versión en fase de pruebas, pero su creador ha prometido la aplicación estable destinada al usuario de iPad. Según la breve descripción ofrecida también se está trabajando en versiones para otros aparatos de la compañía de Cupertino, siempre superiores a 3GS, así como para iOS4, cuyo proceso de jailbreaking puedes encontrarlo detallado en ReadWriteWeb en español.
Abrir el iPhone o la tableta para hacer funcionar aplicaciones no aprobadas por Apple es una técnica repetida que ha permitido a los usuarios aumentar las posibilidad de sus terminales, bajo los riesgos comunes de ruptura y de pérdida del soporte técnico oficial. Pero lo que quizá Jobs y los suyos no esperaban era esta maniobra que afecta directamente a su estrategia de confrontación con Adobe. La población de aparatos con jailbreaking no es suficiente como para convertirse en una amenaza, aunque no deja de ser un gesto irónico en un momento en el que incluso las máximas autoridades europeas estudian intervenir.
Via: "xombra.com"
Abrir el iPhone o la tableta para hacer funcionar aplicaciones no aprobadas por Apple es una técnica repetida que ha permitido a los usuarios aumentar las posibilidad de sus terminales, bajo los riesgos comunes de ruptura y de pérdida del soporte técnico oficial. Pero lo que quizá Jobs y los suyos no esperaban era esta maniobra que afecta directamente a su estrategia de confrontación con Adobe. La población de aparatos con jailbreaking no es suficiente como para convertirse en una amenaza, aunque no deja de ser un gesto irónico en un momento en el que incluso las máximas autoridades europeas estudian intervenir.
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